Tehanu
La bruma se había elevado y no se veían muchas estrellas. Una de las que había visto desde el interior era la estrella blanca del verano que en Atuan, en su propia lengua, llamaban Tehanu.
Tehanu es la historia de un hombre y una mujer, narrada principalmente desde la perspectiva de Tenar. En Tehanu nos encontramos con algo que no solemos encontrar en la mayoría de las sagas literarias: un “qué pasó con” los personajes principales, cuando éstos dejan de formar parte de la leyenda, y quedan sólo el hombre o la mujer, y si pueden replantearse la vida ya entrados en la madurez.
En Tehanu, Ursula K. Le Guin no sigue el ritmo casi “vertiginoso” al que nos tenía acostumbrados en “Un Mago de Terramar” o “Las Tumbas de Atuán”, en el que cada párrafo relataba un nuevo hecho, una nueva acción. En “Tehanu” el ritmo es mucho más lento, incluso da la sensación de que no está ocurriendo nada (como en otras novelas reconocidas como “Los Desposeídos” o “La Mano Izquierda de la Oscuridad”, por ejemplo), pero UKL impone este ritmo para poder contar lo que siente y lo que piensa Tenar.
Todo esto hay que situarlo en el contexto en el que fue escrito. UKL es una autora mucho más madura, con las ideas mucho más claras y fuertes, y esta novela es la consecuencia lógica de todo lo que ha sucedido en la trilogía anterior (escrita casi veinte años atrás). Y por eso (además de otras razones que no quiero revelar), el final de este libro puede resultar previsible pero no por ello decepcionante.
La Trama:
Lo que se plantea en la novela es que Tenar es una mujer madura; su marido ha muerto; su hijo se ha hecho marinero y se ha marchado, y su hija se ha casado. Vive sola en la granja. Una niña de la que han abusado y ha sufrido quemaduras graves en la cara y una mano, es recogida por Tenar, y se la lleva a vivir con ella. Gracias a Tenar y a su cariño, Therru sale adelante pese a las terribles quemaduras. Un día, Tenar recibe la mala noticia de que Ogion está muy enfermo, y decide ir a verlo con la niña.
Pronto se descubrirá que Therru, pese al cariño que profesa por Tenar, no es igualmente querida por el resto de la gente. “La temerán”, le dice Ogion cuando finalmente se reúnen. “Enséñale, Tenar. ¡Enséñale todo! No lo de Roke” son las crípticas palabras que el viejo mago le dice a Tenar, y que marcarán gran parte del desarrollo del libro.
Y por otro lado, tenemos a Ged. Un Ged que regresa a Gont traído por Kalessin, totalmente derrotado y perdido; y él también deberá replantearse quién es, y qué es lo que quiere hacer el resto de sus días. Esta es otra de las historias entretejidas en la trama, pero todas quedan atadas a través de la principal: la historia de Tenar.
Una novela de personajes reales en un mundo de fantasía:
Como ya se puede atisbar en “La Costa Más Lejana”, UKL da un giro más “oscuro” en la temática de su saga de Terramar. El hecho de cruzar el muro (y no quiero dar más detalles) deja a Ged profundamente marcado para el resto de sus días. Y las consecuencias de esto se verán en Tehanu. Por otro lado, Tenar es una mujer madura. Ya no es la joven Sacerdotisa de Atuán. Pese a que es muy conocida en Havnor y ya forma parte de la leyenda, en su día eligió cambiar de vida y ser como una mujer normal, aceptada por las demás mujeres. Pero cuando murió su marido, siente que se ha vuelto “invisible”, como si nadie sintiera su presencia, incluso como si todos consideraran que su vida ha terminado ya.
Decía al principio que esta novela es la menos “mágica” de la Saga de Terramar. En efecto, esto se refleja en los personajes principales. Los protagonistas ya no utilizan la magia. Vemos una faceta que no conocíamos (e incluso, ellos mismos tampoco) de Ged y de Tenar como un hombre y una mujer ya de avanzada edad. Tal vez esto no entusiasme a los lectores que busquen “más de lo mismo”: la continuación de las “aventuras mágicas” de Ged y Tenar. Encontramos aquí a una UKL mucho más madura, más preocupada por mostrar el lado humano de los personajes, tal y como ocurre también en sus novelas de Ciencia Ficción: no se centra en la aventura espacial, sino en las vivencias de sus personajes y en sus reflexiones. La obra de Ursula K. Le Guin ha sido definida como “antropológica”, en cuanto a que se preocupa por quiénes son los personajes, qué es lo que sienten y cuáles son sus historias y sus costumbres. Y los desarrolla a lo largo de una vida completa. No se trata de personajes estáticos, sino de personajes que evolucionan, que hacen cosas típicas de los jóvenes cuando son jóvenes, y que sufren traumas, y se emocionan, y sienten, y se enfadan, y que llegan a la madurez con todas esas vivencias a cuestas. Página a página, día a día, como espectadores vemos a sus personajes “vivir” realmente.
Comentarios finales:
Esta es una novela para gente más adulta que las anteriores, y es probable que esté más orientada a las mujeres que a los hombres, lo que no significa que sea una novela definitivamente feminista o únicamente orientada a un público femenino, ni mucho menos. Cuestiones como las que se plantea Tenar de “¿a alguien le importan mis sentimientos?”, o cuando se pregunta “¿en qué me he equivocado?” pensando en su hijo, posiblemente harán que las lectoras (y principalmente las lectoras maduras) encuentren más puntos en común con las reflexiones que subyacen en el texto que, tal vez, algunos lectores.
Personalmente no creo que Ursula K. Le Guin escribiera “Tehanu” para seguir con la saga de Terramar, con la única intención de continuar la saga y así “ganar más dinero”. Si fuera así, creo que habría escrito una novela más de aventuras mágicas, y no una novela tan íntima, que habla sobre los sentimientos de la mujer, y que nos hace llegar la historia más humana de Tenar y Ged.
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Opiniones
alison tatiana - 30 de octubre de 2007 |
holaschicos (valoración: 5) |
pues me paresio super interesante su novela pues les digo que sigan adelante con sus propositos
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yeimy paola - 07 de junio de 2006 |
no se como encontrar (valoración: 1) |
yo no se como encontrar cuales son las caracteristicas mas importantes de la novela, pero hay en su escritura aparece sobre su telenovela
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Aleix - 17 de noviembre de 2005 |
Acerca de Tehanu. (valoración: 5) |
Enhorabuena por tu reseña, Laia.
Si me permites quisiera dar mi opinión acerca de algunos aspectos de la novela.
Como bien dices, en Tehanu, Ursula nos regala una mirada más cercana a las emociones propias de la madurez.
Si bien en los tres libros anteriores la historia era una poderosa metáfora acerca de las grandes cuestiones que atañen la condicion humana y la repercusión que estas tienen en el desarrollo y el aprendizaje del individuo, en Tehanu la escritora nos habla desde las emociones a partir de las cuales el ser humano se enfrenta consigo mismo para comprender el sentido de su vida. Es, en definitiva la continuación natural del camino de entendimiento emprendido con la persecución del gebbeth.
Primero la aceptación, después la comprensión.
Ursula nos habla por lo tanto de un aspecto fundamental de la magia, precisamente de aquella que todos podemos aprender, la más íntima, la que nace del individuo y por ende, la que está destinada a completar el proceso. Ursula se zambulle en el inmenso mar que compartimos hombres y mujeres, el mar de las emociones, pincelando nuestras respectivas particularidades y de como éstas configuran nuestro camino en pos de la comprensión. Y nos habla también del hechizo, del catalizador que la vida nos procura para transitar este camino: el amor.
Tehanu es la puerta através de la cual Ursula nos habla del amor.
En tu reseña, Laia, dices que la novela quizás busca o está orientada a un lector principalmente femenino por la trascendencia del personaje de Tenar y por la importancia de aquellas particularidades que mencionaba antes. Es lógico teniendo en cuenta que en las tres primeras novelas la historia gira alrededor de Ged y la relación entre mujer y la magia es extremadamente sutil, profunda, distinta y misteriosa. Y es aún más lógico teniendo en cuenta que será precisamente la “magia” de Tenar (que no se aprende en una escuela de magos) la que arrojará luz sobre la absoluta oscuridad en la que Ged está sumido. Y aquí es donde está el hechizo más poderoso - no el mayor, pues el de Ged en la brecha del mundo es inmenso, pero si el más profundo -, tanto que incluso me atrevería a decir (y os pido disculpas si suena demasiado pretencioso) que el más importante de la saga de Terramar.
Que sentido tiene entonces el sacrificio de Ged si ni él mismo es capaz de comprenderlo? Tenar tiene la respuesta, y la respuesta es algo que solo se puede sentir, literalmente “sentir”, si uno se lee la novela.
Resumiendo: Le Guin consigue describir al hombre (Ged) de una forma magistral através de la visión de la mujer (Tenar). La escritora americana desgrana en Tehanu un conocimiento profundísimo acerca de las motivaciones que nos mueven: el origen de las carencias y desconciertos del hombre, la desmesurada importancia que atribuye a sus propias virtudes y la desmesurada frustración ante sus fracasos, su torpeza en cuanto a la comprensión de los sentimientos y la manera como evita enfrentarse a ellos pero también de la clarividencia de una mujer y su vínculo maravilloso con el universo de las emociones, su comprensión, su repercusión y su incalculable precio y finalmente, de su inmenso poder, un poder que no necesita hechizos ni palabras para manifestarse.
Si aún no lo habéis hecho, leed Tehanu pacientemente y descubridlo. A mi me dejó asombrado. Me quedaría corto dándole un 10.
Un abrazo para todos!
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